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Opin. Publica vol.21 número2

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OPINIÃO PÚBLICA, Campinas, vol. 21, nº 2, agosto, 2015

René Millán

I n t r odu cción

Pese a ser un cam po r elat ivam ent e nuevo, la invest igación sobre bienest ar

subj et ivo ( BS) se ha ido consolidando r ápidam ent e a nivel m undial y, pese a cier t as

r esist encias, t am bién en Am ér ica Lat ina2. En el m ar co de la invest igación, un buen

núm er o de est udios han asociado al BS con dist int as var iables que van desde la salud

( Flor enzano y Dussaillant , 2011) , la fam ilia ( Gar dner y Oswar d, 2006) hast a la equidad

social ( Alesina, Di Tella y MacCulloch, 2004) . Hay t am bién análisis que han ident ificado

la im por t ancia de las r elaciones hum anas y sociales ( Bar t olini, 2012; Helliwell y

Bar r ingt on- Leigh, 2011) . En est e sent ido, el int er és de est e ar t ículo es m ost r ar que las

for m as de int egr ación sociopolít ica, así com o las paut as de cohesión social a ellas

vinculadas, t am bién influy en sust ant ivam ent e en dicho bienest ar . Esa influencia explica

en par t e el difer ent e peso o significación que v ar iables vinculadas con paut as de

int egr ación social y polít ica adquier en en dist int os cont ext os. En ot r os t ér m inos, la t esis

de est e ar t ículo es que si bien exist en cier t as var iables que se asocian al BS

independient em ent e de los cont ext os sociales ( com o la salud) , hay ot ras cuya

im port ancia est á fuer t em ent e det er m inada por esos cont ext os y su com por t am ient o

est á asociado a las for m as de int egr ación sociopolít ica.

Est e est udio se basa en una encuest a que se r ealizó en 20063 en dos ciudades

m exicanas con car act er íst icas dist int as: Chilpancingo ( CHP) y Mont er ey ( MTY) . Par a

1

Est e ar t ículo fue posible gr acias al apoyo de Conacyt .

2 Com o se sabe, el BS se m ide con dos variables cer canas pero que m ant ienen cier t a diferencia concept ual: la felicidad y la sat isfacción con la vida. En general se asum e que la pr im er a im plica sobre t odo aspect os de t ipo afect ivo o de equilibrio em ocional y la segunda a dim ensiones cognit ivas y evaluat ivas. Sin em bar go, en t ér m inos em píricos t ienden a com por t ar se de m anera m uy sem ej ant e. En la m edición de las variables es el individuo quien aut o- repor t a sus niveles de felicidad o sat isfacción nor m alm ent e en una escala de uno a diez, aunque t am bién se m ide en escalas de 1 a 5 o 1 a 7. Para un buen análisis de lo publicado en Am érica Lat ina sobre BS, su concept ualización y las form as de m edirlo y variables asociadas véase: Roj as y Mart ínez ( 2012) . Para los acuer dos sobre m edición y concept ualización véase OCDE ( 2013) .

(2)

2004- 2005, MTY r egist r aba un Í ndice de Desar r ollo Hum ano consider ablem ent e alt o

par a el país ( 0,853) , con un PI B per cápit a de 14.769 dólar es y un Í ndice de Mar ginalidad ( I M) m uy baj o ( 1,676) . CHP, en cam bio, alanzaba I DH m edio alt o ( 0,789) ,

con 5.419 dólar es de PI B per cápit a y un I M baj o ( 1,310)4. Adem ás, en MTY se

encuent r a al nor t e del país y ha sido un cent r o de desar r ollo indust r ial y de ser vicios, con valor es m ás em presar iales, con m enos int er vención est at al en la configur ación de la

cult ur a polít ica local y en la econom ía. CHP cont aba y cuent a con una est r uct ur a

indust r ial m enor y m uy ligada a las act ividades del agr o. En consider able gr ado, la cult ur a polít ica o cívica r epr oduce t odavía hoy paut as client elar es ent r e gobier no y

sociedad. CHP cuent a con asociaciones sociales o sindicat os fuer t es que t ienen com o

pr incipal int er locut or a las aut or idades locales o federales.

Par a hacer plausible la t esis que he post ulado, m uest r o, pr im ero, los r esult ados

de la invest igación y luego r ealizo una discusión sobr e esos r esult ados, var iable por

var iable, par a m ost r ar com o su com por t am ient o puede r efer ir se concept ualm ent e a la int egr ación sociopolít ica.

Re su lt a d os d e la in ve st iga ción

Par a el análisis del BS ut ilizam os la cat egor ía de felicidad m edida en una escala

de cinco valor es que, una vez r ecodificados, quedar on en dos cat egor ías ( feliz/ no feliz)5. En am bas ciudades el por cent aj e de per sonas que se aut o- r eport ar on com o felices fue

consider able: 74,2% , en CHP; 84% , en MTY. Par a cada una de las ciudades se r ealizó

un análisis m ult ivar iado. Or iginalm ent e explor am os un conj unt o gr ande de var iables que cor r esponden, concept ualm ent e, a cuat r o dim ensiones de la int egr ación

sociopolít ica:

4

Com o cont r ast e, el país t enía un I DH de 0,807; un PI B per cápit a de 6.770 dólares. No hay dat o sobre el I M nacional, pues se repor t a por m unicipios o ent idad federat iva, véase sit io Consej o Nacional de Población ( Conapo) : < w ww.conapo.gob.m x> .

5

(3)

V a r ia ble s de la in t e gr a ción sociop olít ica

Fu e n t e : Encuest a pr opia.

Com o se obser var á enseguida, el m odelo fue aj ust ado porque ciert as var iables

que en t eor ía deberían est ar asociadas al BS no se com por t ar on confor m e a esa

expect at iva. Por su im plicación t eór ica, pero sobre t odo porque su falt a de asociación

con el BS r efuer za la im por t ancia del análisis cont ext ual dada su r efer encia en la

lit er at ur a especializada, algunas de ellas son incor por adas en la r eflexión que sigue pero

no en los cuadr os de r egr esión ( Cuadr os 1 y 2) .

En t ér m inos gener ales, el r esult ado del análisis com par ado, com o sugeríam os

ant es, sugier e que el cont ext o sociopolít ico es un fact or im por t ant e en el

com port am ient o het erogéneo de las var iables r espect o de la BS. La het er ogeneidad

puede t ener r azones individuales y sociales. Par a Diener y Oishi ( 2000) , por ej em plo,

difer encias cult ur ales y sociales explican la dispar idad int er nacional en el

com port am ient o del BS. Par a Roj as y Vit t er so ( 2010, p. 1) " concept ions of happiness

differ not only acr oss people, but also acr oss cult ur es, since t he concept ion one holds is

not independent of t he specific per sonal and social cont ext one lives in and gr ew up" .

Par a Helliwell, Layar d y Sachs ( 2013, p. 2) est udiar t ant o el nivel individual com o el

social ayudar ía a explicar las difer encias ent r e sociedades dist int as. La het erogeneidad

que r epor t a est e ar t ículo sur ge de las car act er íst icas singular es de cada ciudad y ofr ece

una opor t unidad par a m ost r ar que m uchas de las var iables que nor m alm ent e apar ecen

asociadas al BS en los análisis int er nacionales no se com port an de ese m odo. Est o se

m ost r ar á en el análisis de las cuat r o dim ensiones de la int egr ación sociopolít ica que

pr esent am os a cont inuación.

Coh e sión socia l Ca pit a l socia l Ciu da da n ía y gobie r n o Ca lida d de v ida

1. Conflict o con

fam iliar es

2. Conflict o con am igos

3. Conflict o con vecinos

4. Fr agm ent ación social

5. Posibilidad de

nuev as r elaciones

6. Confianza

7. Recipr ocidad

8. Par t icipación en

asociaciones

v olunt ar ias

9. Cooper ación

10.Bienes r elacionales

( confianza en la

fam ilia y sociabilidad

con am igos)

12. Par t icipación

elect or al

13. I nt er és en los

asunt os públicos

14. Respet o a los

derechos

15. Habit abilidad

(4)

Cu a d r o 1

Ch ilpa n cin go. Re su lt a dos de la a plica ción de u n m ode lo de r e g r e sión log íst ica bin a r io pa r a e st im a r la pr oba bilida d de se r f e liz

Sign ificancia: * p < 0 .10; * * p < 0.05; * * * p < 0.000 Ch i cuadr ada del m odelo: ( 189.1 5 19 gl) Sig. .000 - 2 loglikelihood: 78 1,56.

V a r ia ble s B Sig. S.E. W a ld Ex p ( B)

Eda d de l en t r ev ist a do - 0,092 * * 0,032 8,215 0,912

Eda d a l cua dr a do 0,001 * * 0,000 3,987 1,001

Con flict o con v e cin os - 0,697 * * 0,228 9,321 0,498

Í n dice de fr a gm e nt a ción socia l - 0,666 * * 0,247 7,301 0,514

Est a ble ce r n u e va s r e la cione s 0,369 * 0,209 3,107 1,446

Con fia n z a en la fa m ilia 0,863 * * * 0,216 16,004 2,369

Pe r son a s se t r a t a n com o igu a le s 0,427 * * 0,201 4,54 1,533

Coope r a ción e n pr oy e ct o cole ct ivo 0,422 * * 0,236 3,206 1,526

I nt e r é s e n a su nt os polít icos de l

pa ís * * 15,227

I nt eresado - 0,201 0,476 0,178 0,818

Más o m enos int eresado - 1,222 * * 0,529 5,332 0,295

Poco int er esado - 1,037 * * 0,438 5,596 0,354

Nada int er esado - 1,057 * * 0,455 5,407 0,347

Gobie r n o con side r a opinión de la

ge n t e * * * 16,705

I ndiferent e - 1,475 * * * 0,377 15,321 0,229

Poco o nada - 0,669 * * 0,234 8,136 0,512

Sa t isfa cción lu ga r donde v iv e * * 8,011

Regular - 0,478 * * 0,195 6,023 0,620

Malo - 1,010 * * 0,592 2,908 0,364

I n gr esos de l hoga r * * * 30,15

Más de dos y m enos de cuat ro s.m . 0,607 * * 0,203 8,995 1,836

De cuat r o a seis s.m . 1,313 * * * 0,342 14,703 3,715

Más de seis s.m . 1,423 * * * 0,309 21,178 4,148

Con st a n t e 3,234 * * * 0,835 14,982

(5)

Cu a d r o 2

M on t e r r e y . Re su lt a dos de la a plica ción de u n m ode lo de r e gr e sión logíst ica bin a r io pa r a e st im a r la pr oba bilida d de se r f e liz

V a r ia ble s B Sig. S.E. W a ld Ex p ( B)

Eda d de l en t r ev ist a do - 0,372 * 0,201 3,425 0,689

Con fia n z a en la fa m ilia 0,513 * 0,268 3,655 1,670

Pe r son a s se t r a t a n com o igu a le s 0,423 * 0,241 3,085 1,527

Í n dice de cont a ct os con a m igos 0,603 * * 0,237 6,495 1,828

Re spe t a n su s de r e ch os * * 9,244

No - 0,407 * 0,232 3,073 0,666

Algunos sí ot r os no 0,351 0,280 1,565 1,420

Sa t isfa cción lu ga r donde v iv e * * * 29,649

Regular - 1,040 * * * 0,209 24,634 0,354

Malo - 1,461 * * * 0,417 12,298 0,232

I n gr esos de l loga r * * 13,326

Más de dos y m enos de cuat ro s.m . 0,114 0,260 0,192 1,121

De cuat r o a seis s.m . 0,839 * * 0,384 4,774 2,314

Más de seis s.m . 0,858 * * 0,306 7,866 2,359

Con st a n t e 0,903 * * 0,429 4,427 2,467

Fu e n t e : Elabor ación pr opia.

(6)

Coh e sión socia l

El car áct er polisém ico del concept o es r econocido ( Ot t one, 2007) . Pese a esa

dificult ad, cr eem os que una sociedad cohesionada t iene, r espect o de aquella que no lo

est á, un r ecur so adicional par a la solución de sus pr oblem as. De ahí que nos pr eocupe, aunque no siem pr e designam os lo m ism o con el concept o. En los últ im os años t ant o el

Eur opean Com m it t ee for Social Cohesion ( 2004) com o la Cepal ( 2007) han ut ilizado

com o " m et a concept o" que oper a com o un equivalent e de inclusión social en dist int as esfer as de la vida asociada ( t r abaj o, educación, ser vicios) . Baj o esa am plit ud, se ut iliza

com o un r efer ent e par a evaluar el desem peño gener al de la sociedad. Ese uso ha

debilit ado el sent ido or iginal del t ér m ino. Par a efect os del BS es m ás út il volver a noción or iginal y " r est r ingida" del concept o.

La ut ilidad analít ica de la cohesión social es at r ibuida a Dur k heim ( 1960) en su

célebre dist inción ent r e t ipos de solidaridad. En las sociedades sim ples, " m ecánicas" , la cohesión se logr a gr acias a una fuer t e y r obust a " conciencia colect iva" que diluye las

t ensiones y conflict os al r est r ingir el r ango de exper iencias de los individuos dada la

escasa división del t r abaj o. En las com plej as y " or gánicas" , debe asum ir se esa t ensión, al m enos com o pr incipio, debido al incr em ent o not able de la especialización de

funciones y ám bit os de exper iencia. La t ensión se r esuelve por el r efor zam ient o de

aspect os nor m at ivos, que Dur k heim finca sobr e t odo en el der echo posit ivo. De ese m odo, la cohesión se r ealiza en el plano de las r elaciones ent r e individuos per o

r eacciona y depende t am bién de los im per at ivos y pr oblem as que se gener an desde los

ám bit os est r uct ur ales ( com o la pr oducción) .

En est e sent ido, la cohesión r efier e a la posibilidad de conflict o en las

int er acciones sociales y, por ello, t am bién a inst ancias que lo cont engan o inhiban.

Aunque el conflict o en las int er acciones est á en el cent r o del concept o de cohesión, algunos aut or es han m ost rado que ese no der iva solo de im per at ivos est r uct ur ales ni se

r egula sólo por nor m as j ur ídicas sino de ot r o t ipo, com o las cult ur ales, sociales o cívicas

( Ber ger , 1999) . Así, cohesión r efier e a un espect r o am plio de r egulación nor m at iva, o axiológica, de las int er acciones ent r e individuos de m odo que se pr oduzcan dos efect os:

que ést as se hagan posibles y se am plíen cada vez m ás ent r e dist int os y, es obvio, se

r eduzca la posibilidad de conflict o a efect o de que se m ant enga un cier t o hor izont e de est abilidad. La t oler ancia, por ej em plo, coadyuva a t al fin.

En esa línea, si consider am os cont ext os r elacionales y de experiencia del

individuo, el efect o posit ivo de la cohesión social sobr e el BS par ecer ía evident e. Teór icam ent e nadie se sent ir ía sat isfecho si sus r elaciones fuer an conflict ivas o si

est uvier an acot adas a un núm er o pr edet er m inado sin opor t unidad de am pliar se. Los

(7)

am igos y vecinos; b) índice de fr agm ent ación social; y c) posibilidades de ext ensión de

cont act os sociales.

Par a el conflict o6, com o indicam os, se t om ar on en cuent a las r elaciones con

fam iliar es y am igos de un lado, y con vecinos, de ot ro. De confor m idad con cier t a

lit er at ur a, est as t r es ár eas de exper iencia t ienen enor m e im port ancia par a BS por que const it uyen espacios de convivencia inm ediat os para el individuo. Helliwell y Put nam

( 2004, p. 1.441) anot an par a US y Canadá:

Frequent int er act ions w it h fr iends and neighbour s ar e bot h associat ed w it h

sy st em at ically higher assessm ent s of subj et iv e well- being [ …] fr equent

int er act ions w it h fr iends ar e ev en m or e im por t ant ( especially in US) t han

t hose w it h neighbour s and fam ily , w it h fam ily cont act being slight ly m or e

im por t ant t han t hat w it h neighbour s.

En cont r ast e, es not able que conflict o con fam iliar es o am igos – o su ausencia –

no par ezca t ener ninguna influencia en el BS en ninguna de las dos ciudades. Pese a

que el 76% de las per sonas que exper im ent an conflict o en sus r elaciones se declar a

feliz en Chilpancingo ( CHP) y el 80% en Mont er r ey ( MTY) , t ant o las pr uebas de

independencia com o la r egr esión m ost r ar on nula asociación. El dat o es r elevant e. El

vínculo r elat ivam ent e fir m e ent r e ausencia de conflict o y BS que t eór icam ent e se ha

est ablecido r equer iría, ant e ese dat o, una explicación. Dist int as invest igaciones han

m ost r ado que dinám icas no conflict ivas en la fam ilia se asocian con m enor est r és,

ausencia de depr esión, buena com unicación, liber t ad en la expr esión afect iva y por eso

se les vincula con sat isfacción m ar it al ( Olson y De Fr ain, 2000) . No es desat inado

pr esum ir que ent r e am igos la " sat isfacción fr at er na" deber ía r ecoger algunas de esas

car act er íst icas. Adicionalm ent e, de confor m idad con la lit er at ur a, la fam ilia se encuent r a

ent r e las var iables m ás im por t ant es par a el BS y, con un peso m enor per o igualm ent e

sost enido, los am igos t am bién lo son ( Moyano y Ram os, 2007; Gar cía, Fuent es y

Bor r ego, 2006; Flor enzano y Dussaillant , 2011) . Lo int r igant e, ent onces, es est o:

¿por qué, en las dos ciudades est udiadas, una m ej or com unicación, expr esividad y

afect ividad, así com o los ot r os beneficios que acom pañan a las r elaciones no

conflict ivas, no son consider ados com o un fact or en la apr eciación de la pr opia

felicidad?. Una explicación t ent at iva podría ser est a: en det er m inados cont ext os com o

los que nos ocupan, ex ist e una cier t a disociación ent r e felicidad y ex per iencias

afect ivas: la calidad de las r elaciones en los ám bit os m ás cer canos, com o la fam ilia, no

m odulan la aut oper cepción del pr opio BS por que lo im por t ant e en esa valor ación es la

pr esencia o per sist encia de las r elaciones m ism as, no la exper iencia expr esivo- afect iva

específica con la que se r ealizan.

(8)

La int er acción ent r e vecinos pr esent a una var iación que da m uest r a de la

im port ancia de los cont ext os par a el individuo. Mient r as que en MTY no se r egist r a efect o alguno en el BS, en CHP es un fact or consider able y fuert em ent e asociado al BS.

Dada la var iable de r efer encia, t enem os que m ient r as m ás conflict o hay con los vecinos

m enos pr obable es que nos evaluem os com o felices. Mant ener r elaciones ar m ónicas con los vecinos incr em ent a, ent r e los felices, en 11 punt os por cent uales la pr obabilidad de

ser lo ( Tabla 1) .

La for m a y peso de la par t icipación en asociaciones nos ayudar ía,

t ent at ivam ent e, a esclar ecer la dispar idad ent r e am bas ciudades. Medida com o

act ividad anual, las per sonas en CHP par t icipan ( Gordon y Millán, 2009) en m ayor gr ado

en agr upaciones de cualquier t ipo ( 47% cont r a 25% en MTY) . Tam bién par t icipan m ás en asociaciones cívicas, las cuales incluyen a las de vecinos ( 21% cont r a 6% ) , y en

or ganizaciones sociales o polít icas ( 10% cont r a 2% ) . A esas difer encias, se agr ega el

r asgo de que ciert o t ipo de cult ur as client elar es com o la que pr iva en CHP pr om ueven m ás decididam ent e la asociación a nivel de bar rios par a ar t icular gr upos de vecinos con

obj et o de que funj an com o apoyo polít ico a cam bio de gest or ía de ser vicios. Es clar o

que la m ayor par t icipación en asociaciones gener a espacios par a los cont act os vecinales en los que la ausencia de conflict o im port a. Pr evisiblem ent e su peso par a el BS ser á

m ayor si se per cibe que, en cont ext os de asociación bar r ial, sost ener m alas r elaciones

con los vecinos eleva el cost o per sonal ya que pr ev isiblem ent e acar r ea la exclusión de cier t os beneficios o ser vicios. Y ese no par ece ser el caso en MTY.

El efect o de la fr agm ent ación social en el BS, y en especial en la felicidad, ha

sido poco explor ado, aunque t enem os algunas excepciones ( Hoogle, 2012) . Alt er nat ivam ent e a ot r as per spect ivas, ent endem os el concept o de fr agm ent ación social

en sent ido am plio y no solo económ ico o ligado a ese t ipo de desigualdad ( Guar diola y

(9)

Ta bla 1

Ch ilpa n cin go: p r oba bilida d de se r f e liz ( e n por ce n t a j e )

P 1 - P

V a r ia ble ( Fe liz ) ( Poco o na da fe liz )

Eda d de l en t r ev ist a do

Edad ( 20 años) 87,6 12,4

Edad ( 30 años) 82,3 17,7

Edad ( 40 años) 78,9 21,1

Edad ( 50 años) 78,5 21,5

Edad ( 60 años) 81,4 18,6

Edad ( 70 años) 86,5 13,5

Con flict o con v e cin os

Nada de conflict o 84,8 15,2

Conflict o 73,5 26,5

Í n dice de fr a gm e nt a ción

Pocos o ningún am igo con pr eferencias difer ent es 84,5 15,5

Muchos am igos con pr efer encias diferent es 73,6 26,4

Est a ble ce r n u e va s r e la cione s

Difícil 78,2 21,8

Fácil 83,8 16,2

Con fia n z a en la fa m ilia

Confía poco o nada 71,4 28,6

Confía t ot alm ent e 85,6 14,4

Pe r son a s se t r a t a n com o igu a le s

No se t r at an com o iguales 81,2 18,8

Si se t r at an com o iguales 86,9 13,1

Coope r a ción e n pr oy e ct o cole ct ivo

No cooper a 77,4 22,6

(10)

P 1 - P

V a r ia ble ( Fe liz ) ( Poco o na da fe liz )

I nt e r é s a sun t os polít icos de l pa ís

Muy int er esado 91,7 8,3

I nt eresado 90,1 9,9

Más o m enos int eresado ( indifer ent e) 76,6 23,4

Poco int er esado 79,7 20,3

Nada int er esado 79,4 20,6

Gobie r n o con side r a opinión ge nt e

Mucho o algo 89,3 10,7

I ndiferent e 65,7 34,3

Poco o nada 81,1 18,9

Sa t isfa cción lu ga r donde v iv e

Bueno 85,7 14,3

Regular 78,7 21,3

Malo 68,5 31,5

I n gr esos de l hoga r

Hast a dos salar ios m ínim os 75,3 24,7

Más de dos y m enos de cuat ro s.m . 84,8 15,2

De cuat r o a seis s.m . 91,9 8,1

Más de seis s.m . 92,7 7,3

(11)

Ta bla 2

M on t e r r e y : pr oba bilida d de se r f e liz ( e n por ce n t a j e )

P 1 - P

V a r ia ble ( Fe liz ) ( Poco o na da fe liz )

Eda d de l en t r ev ist a do

39 o m enos años 88,3 11,7

Más de 39 años 83,9 16,1

Con fia n z a en la fa m ilia

Confía poco o nada 79,9 20,1

Confía t ot alm ent e 86,9 13,1

Pe r son a s se t r a t a n com o igu a le s

No se t r at an com o iguales 84,7 15,3

Si se t r at an com o iguales 89,4 10,6

Í n dice de cont a ct os con a m igos

No r ealiza act iv idades con am igos 79,1 20,9

Si realiza al m enos una act iv idad 87,4 12,6

Re spe t a n su s de r e ch os

Sí 86,2 13,8

No 80,6 19,4

Algunos sí ot r os no 89,9 10,1

Sa t isfa cción lu ga r donde v iv e

Bueno 90,0 10,0

Regular 76,0 24,0

Malo 67,5

I n gr esos de l h oga r

Hast a dos salar ios m ínim os 80,7 19,3

Más de dos y m enos de cuat ro s.m . 82,4 17,6

De cuat r o a seis s.m . 90,6 9,4

Más de seis s.m . 90,8 9,2

(12)

Par a el análisis de la fr agm ent ación se const it uyó un Í ndice de Fr agm ent ación

Social ( I FS) a par t ir de siet e enunciados que indican la pr esencia de r elaciones, o no, ent r e per sonas dist int as. Dist int as por su capacidad económ ica, educación, r eligión,

per t enencia gener acional y por ideología7. Al elabor ar el I FS asum im os el pr esupuest o

de que individuos que se desenvuelven en cont ext os sociales que int egr an y vinculan a dist int as r edes, per t enecen t am bién a com unidades plur ales que han incr em ent ado su

pr opia conect ividad int er na. La conect ividad de una sociedad est á ligada a la for m ación

de puent es o br igdes ( Gr anovet t er , 1973) y al incr em ent o del capit al social por esa vía ( Put nam y Goss, 2002) . El capit al social gener a bonding o vínculos cuando conect a a gent e sim ilar a par t ir de alguna car act er íst ica com ún ( edad, gener o, consanguinidad,

sect or social) y for m a puent es o br idges cuando las r edes incor por an gent e diver sa ent r e sí ( Millán y Gor don, 2004; Put nam y Goss, 2002) .

De m aner a t odavía m ás sor pr endent e que el conflict o con vecinos, el I FS ar r oj a

r esult ados cont r ast ant es que niegan la r elación dir ect a y m ecánica ent r e no fr agm ent ación social y bienest ar. Mient r as que en MTY el índice no t iene efect o en el

BS, en CHP t iene una asociación significat iva pero de signo negat ivo ( Cuadr o 1) . Dado

que la cat egor ía de r eferencia es no exper im ent ar fr agm ent ación, nos encont r am os, en efect o, fr ent e al desconcer t ant e caso de que m ient r as m ás fr agm ent ación hay m ás

posibilidades de ser feliz exist en. Est e " cont r a- sent ido" puede ser explicado. Hoogle

( 2012) , en un est udio sobr e cohesión social en Bélgica, par t e de un dat o par adój ico de los países desar r ollados de Occident e: m ient r as que cier t os est udios m uest r an que los

niveles de BS suben, se m ant ienen est ables, o no decr ecen significat ivam ent e, la

desafección con las sociedades o de descont ent o con su desem peño se incr em ent an. En par t icular , nos dice Hoogle, se apr ecia un sent ido de pér dida de com unidad. Así, alt os

niveles de BS " can be com bined wit h a negat ive out look on t he societ y one lives in"

( 2012, p. 19) . Esas dos var iables, BS y evaluación de la com unidad de r eferencia, son dos concept os dist int os por lo que m edir una no im plica necesar iam ent e evaluar la ot r a.

Es fact ible asociar las, sin em bar go, a par t ir de un t er cer fact or .

El et nocent r ism o es par a Hoogle ese t er cer fact or . Lo describe com o " negat ive at t it ud t o t he out sider groups, t hat ar e seen as a pot ent ial t hr eat t o t he cult ur ally or

econom ically dom inant posit ion on our own insider gr oup" ( Hoogle, p. 21) . El

et nocent r ism o m uest r a una r elación posit iva con el BS per o una negat iva con la evaluación de la sociedad en t ér m inos de com unidad ( p. 22- 25) . La idea del

r efor zam ient o de los pr opios gr upos y el r echazo de los " ext er nos" no occident ales,

(13)

im plícit a en el r azonam ient o, hacen que la ar gum ent ación de Hoogle est é de hecho

for m ulada en t ér m inos de fr agm ent ación social. El gr ado de int egr ación de r edes o gr upos sim ilar es en cor respondencia con la desint egr ación ent r e ellos m odula la

int ensidad de la fr agm ent ación social. La par adoj a de los r esult ados t om a así sent ido.

Sobr e t odo si sust it uim os et nocent r ism o por la pr esencia de una com unidad r egida por " lazos fuer t es" o bondings consider ablem ent e encapsulados.

En efect o, en CHP el I FS nos indica que se t r at a de una com unidad

ext r em adam ent e segm ent ada. Esa condición descr ibe, en efect o, una sociedad fincada en lazos fuer t es. Est os lazos t ienen en la fam ilia y en las am ist ades cer canas sus

r efer ent es m ás clar os. Un est udio ( Ellison, 1991) basado en la Nat ional Sur vey of Black

Am er ican ( NBSA) m uest r a que los vínculos de par ent esco est án asociados posit ivam ent e con el BS, si bien eso decr ece con la edad. La solidez de los vínculos est á

det er m inada por la fr ecuencia de los cont act os, indicador com o sabem os de lazos

fuer t es. Sin em bar go, según el m ism o est udio, la am pliación de esos cont act os hacia la fam ilia ext ensa t iene efect os negat ivos en la sat isfacción de vida. Se podr ía afir m ar que

la fr agm ent ación va t eniendo dist int os efect os en el BS de confor m idad con la

est r uct ur a de vinculación ent r e gr upos y r edes y en función de que la pr esencia pr edom inant e de lazos fuer t es. En esa lógica, ser ía com pr ensible que para cier t os

individuos m ient r as m ás se desem peñan en am bient es alt am ent e int egr ados u

hom ogéneos, m ás alt o evalúan su BS. De hecho, esa es la t esis que subyace en la idea de et nocent rism o de Hoogle. El " r efugiar se" en ám bit os o r edes alt am ent e int egr adas

indica la lógica " com unit ar ia" que r ige a CHP. Los siguient es dat os par ecen

com pr obarlo: la pr obabilidad de ser feliz al m ant ener r elaciones casi exclusivam ent e con per sonas sim ilar es es de 84% cont r a un 74% de serlo cuando la m ayor ía de los vínculos

son con individuos difer ent es ( Tabla 1) . Es una difer encia de 10 punt os.

El gr upo de ar gum ent aciones ant er iores, plausible para CHP, plant ea ot ro

pr oblem a: ¿por qué el I FS es indifer ent e par a la felicidad en MTY? Es difícil responder

per o podem os int ent ar una r espuest a t ent at iva. Com o se ver á enseguida, aunque la

confianza en la fam ilia es r elevant e par a ser feliz en am bas ciudades, la sociabilidad lo es sólo en MTY. Eso significa que los individuos de esa com unidad se " r efugian" t am bién

en los am igos y no sólo en la fam ilia com o ocur r e pr incipalm ent e en CHP.

En conj unt o, el cuadr o del I FS nos lleva a una conclusión im por t ant e. Si la t esis

de fondo sobr e lazos fuer t es y conect ividad que se der iva del capit al social ( Put nam ,

Leonar di e Nanet t i, 1994) es cor r ect a, deberíam os ent onces asum ir que la for m a e

int ensidad de la fr agm ent ación social afect a el m odo en que los vínculos sociales influyen en el BS.

La últ im a var iable que explor am os com o par t e de la cohesión social es la

(14)

incr em ent o de sus vínculos sociales. La difer encia con quienes cr een que es difícil

am pliar los propios cír culos es de 6 punt os por cent uales ( Tabla 1) . Es not able que en MTY la var iable no r esult ó r elevant e par a el m odelo de r egr esión logíst ica, per o en

t ér m inos de las pr uebas de asociación e independencia m ost ró est ar significat ivam ent e

vinculada con la felicidad. Quizás no sea apr esur ado suponer que en una com unidad donde las r elaciones infor m ales est án cent r adas sobr e t odo en ám bit os fam iliar es, el

per cibir que es posible am pliar la pr opia r ed con r elat iva facilidad pese m ás que en una

com unidad en la que, por cualquier r azón, la sociabilidad est á m ás focalizada en los am igos. De nuevo, est o rem it ir ía a la t esis de que la for m a de la fr agm ent ación social

m odula el im pact o de los vínculos sociales en el BS.

Ca pit a l socia l

Las alusiones hechas a ese t ipo de capit al en la sección ant er ior han ay udado a

com pr ender el com por t am ient o del I FS per o no hem os hast a aquí suger ido ninguna

var iable par a m edirlo. El soport e fue de t ipo concept ual. En est a sección pondr em os a

pr ueba su r elación con el BS. En t ér m inos gener ales, hay un am plio acuer do en la lit er at ur a especializada sobr e la sólida y posit iva asociación ent r e am bos ( Helliwell y

Put nam , 2004) . Por la com plej idad de su com posición y la nat ur al ext ensión de los

t em as con los que se cor r elaciona, el concept o adm it e un gr ado consider able de flexibilidad.

Disciplinar iam ent e, son t res las pr incipales per spect ivas. La conocida definición

de Colem an lo est ablece com o una cualidad inscr it a en la est r uct ur a de las r elaciones o int er acciones y, en esa lógica, com o un r ecur so que facilit a la coor dinación de acciones

o la cooper ación ( 1990, p. 302) . Esa cualidad se da por nor m as que est r uct ur an

obligaciones y expect at ivas r ecípr ocas ent r e los act uant es en la int er acción, par t icular m ent e confianza y r ecipr ocidad; por r elaciones de aut or idad derivadas de

fact or es inst it ucionales o carism át icos; o por la for m a en que se logr a la " clausur a" de

una r ed de r elaciones porque ella gener a cohesión al r efor zar nor m as y expect at ivas com unes ( Colem an, 1988 y 1990) . En línea con Colem an, Put nam ( 2000) acent úa la

confianza y las nor m as de r ecipr ocidad de m odo que subr aya que la calidad de los

vínculos det er m ina el capit al social. Par a Put nam ( 2000) , las r edes sociales " densas" t ienen un papel fundam ent al en su for m ación de capit al social. Las r edes int er esan

por que son " escuelas" de apr endizaj e de nor m as de r ecipr ocidad y gener ador as de

confianza int er per sonal. Esas vir t udes se acent úan en las r edes cívicas y v olunt ar ias por que se ar t iculan m ediant e r elaciones de t ipo hor izont al y, j ust o por eso, inducen a la

r ecipr ocidad y a una m ás logr ada for m ación de capit al social. Las r edes v er t icales

(15)

r ecipr ocidad ( Put nam , 2000, cap. 6) .

Br evem ent e, Ost r om y Ahn ( 2003) asum en com o capit al social un am plio r ango

de aspect os que favor ecen la cooper ación volunt ar ia par a at ender pr oblem as com unes.

De ahí t am bién que lo conciba com o encar nado en diver sas " for m as sociales" m ás que

com o un concept o que art icula dist int os com ponent es. Ent r e ellas, dist ingue t r es: a) confianza y nor m as de r ecipr ocidad; b) r edes y for m as de par t icipación civil; y c) r eglas

o inst it uciones for m ales e infor m ales. Par a est a perspect iva, en función de la r elación

ent r e las dos últ im as form as de capit al social, se m odula el efect o posit ivo de la confianza y r ecipr ocidad en el éxit o de las acciones colect ivas. De ese m odo, la

confianza y la r ecipr ocidad no der ivan solo, por así decir , de una int er acción r epet ida

sino que obedece t am bién a cont ext os inst it ucionales m ás gener ales.

En conj unt o, las dist int as nociones de capit al social r eseñadas involucr an

aspect os com o la cooper ación social, la confianza, nor m as de r ecipr ocidad, par t icipación

cívica, inst it uciones, ent r e ot r as. Par a efect os de est e ar t ículo, ident ificar em os esas concepciones con una idea " am plia" de capit al social. En ella, es Ost r om la que m ás ha

declinado acent uar la dim ensión int er act iva que est á im plícit a en aquel concept o y lo

hace a favor del cont ext o que m odulan las r eglas e inst it uciones part iculares de un am bient e social. Est e aspect o r evist e vit al im port ancia. Si por el cont r ar io asum im os

una per spect iva cent r ada en las r elaciones int er per sonales, es fácil subsum ir al capit al

social en la cant idad y calidad de las r elaciones int er per sonales y, en esa línea, ident ificar los vínculos sociales y los llam ados bienes r elacionales com o par t e de él.

Llam ar em os a est a per spect iva " r est r ingida" . En un conocido ar t ículo, Helliwell y

Put nam ( 2004, p. 1.437) ident ifican al capit al social, a fin de det er m inar su asociación con el BS, básicam ent e com o r edes de diver so t ipo: m at r im onio, " fam ily m em ber s,

close fr iends and confidant s, fr iendly neighbour s and suppor t ive cowor ker s" . De ese

m odo, se focaliza en un st ock de conexiones car gadas de acom pañam ient o, r econocim ient o m ut uo, afect ividad. Se t r at a de int er acciones r egidas por una m ar cada

lógica de sociabilidad. De ahí, su posible equipar ación a los bienes r elacionales

( Becchet t i, Pelloni y Rosset t i, 2008) .

Dent r o de la ver sión " am plia" , analizar em os aquí cuat r o var iables: confianza,

r ecipr ocidad, par t icipación en asociaciones y cooper ación. Dent r o de la " r est r ingida"

t om ar em os dos var iables: confianza en la fam ilia y sociabilidad. En t ér m inos de la lit er at ur a int er nacional, com o quier a que se m ida, el nivel de asociación at r ibuido al

capit al social con el BS es consist ent e. Adelant am os que en est a invest igación el

r esult ado es, par a las dos ciudades, m ás cont r ast ant e. Tal cont r ast e est á det er m inado por la dist inción apenas hecha: la concepción " am plia" no t iene el peso de la

" r est r ingida" per o en am bas los r esult ados son het er ogéneos y no est án siem pr e en

línea con los r esult ados int er nacionales.

(16)

analizar conj unt am ent e confianza y r ecipr ocidad. Com o se sabe, es la confianza el

elem ent o de m ayor r elevancia par a el capit al social y el que conlleva m ayor es consecuencias not ables par a las sociedades ( Nor t h, 1993; Fuk uyam a, 1995; Tor svik,

2000) . Sin em bar go, t eóricam ent e confianza y r ecipr ocidad t r abaj an her m anadam ent e.

Par a quien sost iene una r elación, si alguien no es r ecípr oco t am poco es confiable. Put nam dist ingue ent r e r ecipr ocidad específica y gener al ( Put nam , 2000) . La pr im er a se

confor m a m ediant e int er cam bios inm ediat os, car a a car a o en el seno de una r ed

cer r ada. El t r ueque im plica " valor es" m ás o m enos equivalent es: un favor por ot r o, un pequeño pr ést am o m onet ar io por un ser vicio cuyo cost o es sem ej ant e. La gener alizada,

en cam bio, t iende a equilibr ar los valores del int ercam bio en el t iem po, no en cada

oper ación concr et a, y nor m alm ent e se da de m aner a indir ect a, m ás allá de una int er acción inm ediat a ent r e los present es: por ej em plo, cuando un ciudadano no

est aciona su coche fr ent e a m i cocher a por que sabe que yo r espet aré su lugar en la fila

del cine ( Millán y Gor don, 2004) . Cuando eso ocur r e, hablam os en efect o de una nor m a de r eciprocidad gener alizada. Una r ecipr ocidad gener alizada deber ía cor r esponder con

una confianza gener al y, por cont r a- lógica, una acot ada con una confianza encapsulada

en gr upos o r edes8 ( Fuk uy am a, 1995) . Com o ver em os, esa coher encia t eór ica no se

cum ple pulcr am ent e en el análisis de los casos.

Dada la discusión sobr e I FS, ar r iba sost enida, no deberían asom br ar nos el

r esult ado de la r elación ent r e confianza y BS. En ninguno de los casos, la r elación es significat iva. En cont r ast e, la r ecipr ocidad est á en am bas ciudades asociada

posit ivam ent e a la felicidad ( Cuadr os 1 y 2) aunque no con m ucha fuer za. La

pr obabilidad de ser feliz si se apr ecia r eciprocidad es, en CHP, de 87% cont r a un 81% si no se per cibe, seis punt os por cent uales de difer encia ( Tabla 1) . En MTY es de cinco

punt os: 90% cont r a 85% . ( Tabla 2) . Pese a lo acot ado de los r angos, la ausencia de

r elación con la confianza r equier e una explicación.

La pr egunt a sobr e si las per sonas se t r at an com o iguales, se ut ilizó par a m edir

la r eciprocidad. El " t r at o igualit ario" es con t oda evidencia una r egla o nor m a de

r ecipr ocidad con dim ensiones sociales, cívicas y polít icas. I m plica der echos y dim ensiones de r espet o y dignidad de las per sonas. El t em a, ent onces, es dilucidar

cóm o se da la r ecipr ocidad en cont ext os de fr agm ent ación social acent uados y sin

confianza. En pr im er lugar deberíam os consider ar que " la calidad de una r egla, una inst it ución o un est at ut o com o for m a de capit al social depende no sólo de su cont enido

sino, m ás cr ít icam ent e, de cóm o se aplica en la r ealidad" ( Ost r om y Ahn, 2003, p. 184) .

Y al par ecer , en CHP, la r ecipr ocidad expr esa sobre t odo un código de cor t esía con que se conducen las int er acciones ent r e no cer canos en el espacio público. En segundo

lugar , se debe recor dar que, en cier t as cir cunst ancias, la r ecipr ocidad com o un est r ict o

par ám et r o de int er acción en sí es, en t ér m inos de t eor ía de j uegos, un equilibr io que no

8

(17)

incent iva coor dinar acciones ni confianza ( Ahn, 2000; Kollock, 1998) . Par t icular m ent e

cuando se t r at a de una r ecipr ocidad específica y no gener alizada.

Adem ás del I FS, ot r a ev idencia de que no se t r at a ( par a ninguna de las

ciudades) de una r ecipr ocidad gener alizada se encuent r a en el com por t am ient o de la

var iable par t icipación en asociaciones cívico- volunt ar ias. Esa par t icipación es un elem ent o cent r al del capit al social por que se asum e que las r edes en ellas confor m adas

funcionan com o escuelas de confianza y r ecipr ocidad ( Millán y Gor don, 2004; Ost r om y

Ahn, 2003; Put nam , 2000) . Par a per spect ivas com o Put nam , las asociaciones im pulsan la r ecipr ocidad gener alizada.

Al cr uzar par t icipación en al m enos una asociación y felicidad nos encont r am os

con que no hay vinculación en ninguna de las ciudades. El r esult ado es sor pr endent e por que se consider ó un espect r o de 20 t ipos de asociaciones: de r eligiosas a j ubilados.

El r esult ado cont r adice los hallazgos int er nacionales. En un t r abaj o basado en t r es

secuencias de la Encuest a Mundial de Valor es, Helliwell ( 2002, p. 13- 14) encuent r a que los

indiv iduals w ho ar e involv ed in m or e v olunt ar y associat ions r epor t higher

av er age sat isfact ion w it h t heir liv es [ …] som eone w it h addit ional v olunt ar y

group m em ber ship [ …] has a w ell- being t hat is higher by 0.05, about t ent h

as m uch as m ar r iage.

Es un vínculo fuer t e en consecuencia. Var ios est udios han subr ayado el hallazgo

de que la par t icipación en asociaciones cívicas no solo est á posit ivam ent e ligada al BS

sino a un clar o sent ido de com unidad, r ecipr ocidad y confianza ( Thoit s, Hewit t y

Volunt eer , 2001) .

La coher encia ant er ior ent r e var iables no se da par a el caso de nuest r as dos

ciudades. Si las asociaciones cívicas no son fuent es de confianza gener alizada no

pueden est ar ligadas a una r ecipr ocidad gener alizada. En consecuencia, es m uy

pr obable que la r ecipr ocidad que pr ive ent r e esas asociaciones se acot e a gr upos

específicos, subr edes, del m ism o m odo que lo hace la confianza. Axelr od ( 1984) ha

dem ost r ado que cuando agent es en ám bit os de r ecipr ocidad pr obable se deciden por

est r at egias de Tic- for - Tac ( par ecida a la r ecipr ocidad específica) el int er cam bio se queda

en gr upos pequeños o r edes cer r adas. La idea de que esa lógica oper a en las dos

ciudades est udiadas, se r efuer za al r ecor dar que Br ehm y Rahn ( 1997) han const at ado

que no siem pr e, ni aut om át icam ent e, exist e un efect o de gener ación de confianza y

r ecipr ocidad a t r avés de la par t icipación en asociaciones. St olle ( 2011) , adem ás, m ost r ó

que cuando se gener an es pr obable que queden concent r adas en gr upos sin que se

gener alicen m ás allá. Así, no es del t odo pr eciso pr esum ir que t oda r ed cívica

im plícit am ent e " expor t a" o " expande" la confianza social o que esa se dist r ibuye igual

ent r e sus m iem br os. Est a ar gum ent ación es consist ent e con la idea, sost enida aquí, de

(18)

niveles y for m as de la int egr ación sociopolít ica y, en par t icular , por los m odos de la

cohesión social.

Es pr áct icam ent e inexist ent e el análisis de los vínculos ent r e cooper ación social

y BS. Se encuent r an im plícit os en los análisis del capit al social per o, dada la im por t ancia

de los cont ext os, es pr udent e dist inguir la. De hecho, el com por t am ient o de est a var iable r espect o de la confianza y en r efer encia a la felicidad es, de nuevo,

cont r ast ant e. La pr egunt a que se m idió fue est a: " si un pr oyect o de la colonia no lo

beneficiar a a ust ed dir ect am ent e pero si a ot ros vecinos ¿colabor ar ía o no par a r ealizar el pr oyect o?" . Es im por t ant e not ar que la pr egunt a se ubica en el ám bit o de lo vecinal.

En CHP, cooper ar con ot ros est á posit ivam ent e ligado al BS ( Cuadr o 1) . La pr obabilidad

de ser feliz si se coopera es de 84% cont r a un 77% si no se hace ( Tabla 1) . La difer encia es ilust r at iva.

En cont r ast e, MTY no r epor t a alguna asociación significat iva. ¿En qué podr ía

consist ir la difer encia ent r e am bas ciudades? Una r espuest a pr obable es est a: la asociación posit iva de la cooper ación est á en línea con la im por t ancia que, en CHP, t iene

el conflict o con vecinos en la det er m inación del BS y en cor r espondencia con la

indifer encia que en MTY m uest r a esa var iable. Cont ext ualm ent e, ent onces, el peso de los vecinos es m ayor en una ciudad que en ot r a. La r elación vecinal en CHP se

encuent r a bar r ialm ent e m ás cohesionada y en ese sent ido cooper ar con los vecinos es

t am bién una est r at egia par a evit ar posibles conflict os. Per o ¿por qué esa cohesión en una com unidad que, en gener al, est á alt am ent e fr agm ent ada? Recor dem os que el gr ado

de m odalidad client elar de la int er vención est at al es m ás acent uada en CHP y que ese

client elism o t iene cost os de exclusión. De nuevo, la difer encia ent r e ciudades t iene r elevancia.

La concepción " r est r ingida" de capit al social la hem os ident ificado con los

llam ados bienes r elacionales. En los últ im os, el est udio de los bienes r elacionales se ha expandido porque m uest r an est ar sólidam ent e asociados al BS ( Becchet t i, Giachin y

Pelloni, 2009) . Com o el capit al social, la idea de los bienes r elacionales par t ió del hecho

de que incluso en los m er cados la gent e se com unica, se encuent r a, m ant iene int er acciones y ést as son im por t ant es par a aquellos. No ext r aña, ent onces, que el

concept o or iginal sur gió al r elevar dim ensiones de cier t a sociabilidad im plicada en

ám bit os r acionales com o en la econom ía o la par t icipación polít ica, en apar iencia alt am ent e inst r um ent ales. Se les ent iende com o un t ipo par t icular de local public goods

( Gui, 1987; Uhlaner , 1989) . Son públicos por que sólo son " disfr ut ables" en conj unt o y

no de for m a aislada; son " local public" porque su consum o se r ealiza por un gr upo delim it ado en zonas inform ales o pr ofesionalizadas. Son específicos por que t ienen una

est r uct ur a no- r ival: su nat ur aleza es ser com par t idos ( Becchet t i, Pelloni y Rosset t i,

2008) .

(19)

afect ividad ( Bar t olini, 2012) . En segundo lugar , las r elaciones individuales no se

or ganizan com o una r ed hom ogénea y univer sal ( hay hoyos est r uct ur ales) sino com o r edes delim it adas, acot adas. En t er cer lugar , las r elaciones pueden t ener una est r uct ur a

no- r ival por que ninguna es igual a ot r a – y por ello son específicas. Sin em bar go, en

ot r o sent ido, las r elaciones sí est án en gr ado de r ivalizar y excluir según ám bit os de exper iencia: es difícil m ant ener dos am or es sim ult áneos, al m enos m ás que dos am igos,

y ést os pueden r ivalizar , en t iem po y at ención, con la fam ilia. En cuar t o y últ im o lugar ,

las r elaciones pueden agot ar se. Si asum im os est as car act er íst icas, los r elacionales se asem ej an a los bienes com unes y, sobr e t odo, a los de club. Est a pr ecisión es

im port ant e par a lo que sigue en t ér m inos de r esult ados.

Por esas y ot r as consider aciones, algunos aut or es, en el t r at am ient o de los

bienes r elacionales, han acent uado la difer encia ent r e las dim ensiones inst r um ent al y

afect ivo/ expr esivo, m ás que el t ipo de bien. Y t al enfoque da, a m i j uicio, m ás pr ecisión

que el de local goods. Becchet t i, Pelloni y Rosset t i ( 2008, pp. 1- 4) ent ienden por bienes r elacionales " affect ive/ expr essive, no inst r um ent al, side of int er per sonal r elat ionships" .

Y agr egan:

r elat ional goods include com panionship, em ot ional suppor t , social appr ov al,

solidar it y [ ...] . These goods ar e, on a sm aller scale, pr oduced by fam ily

r elat ionships or fr iendships and, on a larger scale, in m any k inds of social

ev ent s ( club or associat ion m eet ings, liv e spor t ev ent s) .

Es decir , la afect ividad que se enquist a en cier t as paut as de sociabilidad. Par a

analizar los bienes r elacionales, hem os t om ado dos var iables: confianza en la fam ilia y

sociabilidad con am igos.

Cont r ar iam ent e a la int er per sonal, la confianza en la fam ilia es un fact or

det er m inant e de la felicidad en am bas ciudades ( Cuadr os 1 y 2) . En par t icular , en CHP

r epr esent a una de las var iables m ás significat ivas del m odelo m ient r as su peso es m ás

ligero en MTY. Confiar en la fam ilia eleva sust ant ivam ent e la pr obabilidad de ser feliz.

La pr obabilidad, par a CHP ( Tabla 1) , de que una per sona que confía m anifiest e un alt o

BS es de 86% cont r a un 71% de quien no m ant iene r elaciones confiables con sus

par ient es. Es una difer encia enor m e ( 15 punt os por cent uales) . En MTY, la difer encia es

de 7 punt os, igualm ent e significat iva pero con m enor peso en la pr edicción ( Tabla 2) .

Dado que am bas difer encias son alt as, ilust r an plenam ent e el papel que j uega la fam ilia

en el BS. Tam bién confir m an que los lazos en las fam ilias de CHP son m ás est r echos

que los de MTY.

Par a la var iable sociabilidad se cr eó un índice de cont act os con am igos ( I CA) con

t r es enunciados, r efer idos a los t r es m eses últ im os de act ividad: par t icipación en j uegos

( de m esa, car t as et c.) ; visit a a la casa de alguien o de am igos a la pr opia casa; r eunir se

con ellos fuer a. A los que realizar on al m enos una act ividad se les asigno el valor 1 = si,

(20)

par t icular m ent e int ensa, no obst ant e, su r esult ado es sor pr endent e. En Mont er r ey la

r elación con la felicidad es fuer t e y posit iva ( Cuadr o 2) . La pr obabilidad de r epor t ar un BS alt o si se t iene cont act o con am igos es 87% cont r a un 79% , una difer encia de 8

punt os por cent uales ( Tabla 2) . En CHP, sin em bar go, aunque hay una r elación

significat iva en la pr uebas de asociación no t iene peso en el m odelo. Allí, t ener cont act o con am igos es una var iable que no pesa en la det er m inación BS. Est e r esult ado es

consist ent e con el llam ado " fam ilism o" y la consiguient e t esis de los lazos fuer t es

expr esada en la ar gum ent ación sobr e el I FS. Por lo t ant o, es t am bién consist ent e con la t esis de que la int ensidad y for m a de la fr agm ent ación t iene efect o en el t ipo de

var iables que se asocian al BS, en est e caso, en los bienes r elacionales.

Ciu da da n ía y gobie r n o

Pese a que las asociaciones ent r e act ividades o int er és cívico- polít ico y BS no

t ienen m uchos est udios, en gener al se adm it e un vínculo posit ivo y vir t uoso ent r e

am bos. En línea t eór ica el vínculo t iene sent ido de inm ediat o. Es indudable que el

desem peño de gobier nos e inst it uciones públicas r efier e t am bién a una cult ur a polít ica cuyas nor m as en los cont ext os par t icular izados de las per sonas, en las opor t unidades

que ellos per ciben y en los com por t am ient os que ven com o adecuados. Ot t ( 2 010) , en

un est udio com par ado de 131 países de dist int o calibr e de desar r ollo, m uest r a que hay una enor m e diferencia ent r e el prom edio m ás alt o y el m ás baj o en una escala de 10

( Togo, 3; Denm ar k, 8) . Su conclusión es que las difer encias de felicidad se r elacionan

con la calidad de la int er vención del gobier no.

Guven ( 2009, p. 3) , en un est udio basado en la Ger m an Socio- Econom ic Panel

( GSOEP) , encuent r a que " happier people ar e found t o have higher r espect for law and

or der [ …] have a higher desir e t o vot e" . En ot r a invest igación r ealizada en Lat ino Am ér ica, Weit z- Shapir o y Wint er s ( 2008) descubr en una r elación significat iva ent r e

par t icipación polít ica y el BS, en el sent ido de que los felices vot an m ás. En un análisis

r ealizado sobr e MTY, Gar cía, Fuent es y Bor r ego ( 2006) m uest r an que los valor es influyen en el BS, ent r e ellos el int er esar se en la polít ica o en alguna causa social com o

el m edio am bient e. Par a m edir el efect o de las r elaciones polít icas en el BS hem os

consider ado t r es var iables: par t icipación elect or al; int er és en los asunt os polít icos y r espect o de los der echos.

En ninguna de las dos ciudades, la par t icipación elect or al, ent endida com o haber

vot ado en las últ im as elecciones, t iene un efect o en el BS. El int er és por influir en el sent ido u or ient ación del gobier no r esult ó ser una var iable absolut am ent e indifer ent e

par a la felicidad. En cont r ast e, el int er és por los asunt os públicos nacionales m uest r a

(21)

de r efer encia " m uy int er esado" . Los valor es fuer on: int er esado; m ás o m enos

int er esado; poco int eresado y nada int er esado. Mient r as m enos indifer encia se m uest r a hacia los asunt os polít icos de la nación, m ás aum ent a la pr obabilidad de ser feliz: de

nada int er esado a m uy int er esado el r ango va de 79% a 92% ( Tabla 1) . Es decir , pasar

de nada a m uy int er esado eleva 13 punt os por cent uales la pr obabilidad de un BS alt o. El int er és por asunt os públicos es indicador de com pr om iso cívico. El r esult ado

cont r ast a con la nula influencia de la par t icipación elect or al. En línea con lo sost enido,

una r eflexión ser ía est a: en cont ext os de escasa alt er nancia elect or al, incluso local, per o de fuer t e pr esencia client elar , el vot o r esult a ir r elevant e per o no los "asunt os públicos" .

Se t r at a un com pr om iso " no cívico" par a decir lo en t ér m inos de Put nam , r egido por

r elación o redes j er ár quicas y client elar es ( Put nam , 2000, cap. 5) . En cualquier caso, es im port ant e hacer not ar que el com pr om iso cívico se encuent r a m ás dism inuido en MTY,

ciudad m enos client elar , con m enor int er vención pública y con una cult ur a que da

m ayor peso al individuo. Est e r asgo se expr esa en la siguient e var iable.

El hecho de vivir en una ciudad donde se r espet en los der echos de los individuos

no es una var iable que afect a el BS de los ciudadanos de CHP. Una var iedad enor m e de

invest igaciones han m ost r ado cóm o las lógicas cor por at ivas y client elar es que pr ivar on m asivam ent e en el país – y en r egiones com o CHP – t ienen a pr ivilegiar derechos de

or ganizaciones y a dism inuir la im port ancia de los individuales ( Millan, 2008) . Es algo

par ecido a lo que, en t érm inos de Put nam ( 2000) , es una com unidad no cívica que él ident ifica con las sociedades del sur de I t alia. En cont r ast e, en MTY r esult a ser una

var iable asociada al BS aunque con cier t a debilidad ( Tabla 2) . El per cibir que sí se

r espet an los der echos y ser feliz t iene una pr obabilidad de 86% cont r a un 80% si se cr ee que no se r espet an ( Tabla 2) ; son 6 punt os de difer encia. Per sist e, ent onces, u n

ligero pero clar o acent o en las condiciones en las que la pr opia individualidad se

desem peña, las cuales cont r ast an con la cult ur a de CHP. Son dos cont ext os difer ent es y coinciden con dos m odalidades de cohesión social. El com por t am ient o de las t r es

var iables ant eriores par ece indicar que la cult ur a polít ica afect a la r elación ent r e BS y

cier t as var iables en que for m an par t e de la int egr ación sociopolít ica. Lo cont ext ual es de nuevo r elevant e.

Ca lida d d e vida

Par a concluir , hem os analizado dos var iables de int egr ación socioeconóm ica

que, en t ér m inos m uy gener ales, son indicat ivas de la calidad de vida de los individuos: las condiciones de habit abilidad e ingr eso. Am bas var iables dan pr ueba de que un cier t o

gr ado de calidad de vida es necesar io par a logr ar el BS.

(22)

dim ensión. La calidad de vida y BS est án per sist ent em ent e asociados ( Lora, 2008) .

Veenhoven ( 2000) dist ingue ent r e dos dim ensiones de esa calidad: la que se r efier e a la habit abilidad del am bient e y la que t iene que ver con la habilidad par a la vida de la

per sona que se desenvuelve en ese am bient e. Par a est a var iable nos int er esa la pr im er a

dim ensión. Yam am ot o y Feij oo ( 2007) , en un est udio r ealizado en Per ú, encuent r an que las condiciones de habit abilidad del lugar donde se vive t ienen un efect o det er m inant e

sobr e el bienest ar . Es el m ism o r esult ado que encont r am os en nuest r a invest igación

par a las dos ciudades, si bien es m ás fuer t e en MTY.

Par a m edir la v ar iable se solicit ó una aut o- evaluación del lugar donde se vivía a

par t ir de t r es valores: bueno, r egular y m alo. La sat isfacción con el lugar donde se vive

est á fuer t e y significat ivam ent e asociada al BS en las dos ciudades ( Cuadr os 1 y 2) . La pr obabilidad de ser feliz dism inuye consider ablem ent e si se apr ecia que el lugar donde

se vive no es bueno. Las pr obabilidades par a CHP son: bueno, 86% ; r egular, 79% y

m alo, 69% ( Tabla 1) . En ese or den par a MTY, son: 90% , 76% y 68% ( Tabla 2) . En el pr im er caso t enem os una difer encia de 16 punt os por cent uales y condiciones de

habit abilidad son, en efect o, una de las v ar iables de m ayor peso social en la

det er m inación del BS.

De confor m idad con cier t a lit er at ur a, el ingr eso m uest r a una fuer t e asociación

posit iva con el BS. Sin em bar go, t am bién de acuer do con cier t a lit er at ur a, se est abiliza

o su ut ilidad decr ece en t ér m inos de bienest ar. Aspect o conocido ya desde la par adoj a de East er lin ( 1974) . La var iable se m idió com o ingr eso fam iliar y en " salar ios m ínim os" .

En am bas ciudades, la pr obabilidad de ser feliz se incr em ent a sost enidam ent e a m edida

que cr ece el ingr eso ( Cuadr os 1 y 2) . Par a CHP: hast a dos salar ios, 75% ; de dos a cuat r o, 85% ; de cuat r o a seis, 92% ; y de m ás de seis salar ios, 93% ( Tabla 1) . Par a

MYT, r espect ivam ent e: 81% ; 82% ; 91% y 91% ( Tabla 2) . Com o se apr ecia, en la

pr im er a ciudad confor m e se incr em ent a el salar io se r educe la difer encia ent r e los ingr esos inm ediat os, en MYT se apr ecia la m ism a lógica per o con un " salt o" clar o: ent r e

cuat r o y seis salar ios m ínim os. Los r esult ados m uest r an que una base m ínim a

económ ica es absolut am ent e indispensable par a el BS. Y aunque el ingr eso, a par t ir de cier t o m ont o, pier da eficacia, nada indica que pr oduzca m ás infelicidad.

Con sid e r a cion e s fin a le s

a) El análisis com par ado ent r e las dos ciudades dio suficient e evidencia de que

la int egr ación sociopolít ica es un fact or im por t ant e en la definición y peso de las var iables r elacionadas con el BS. Sus for m as pueden aclar ar en m ucho la

het er ogeneidad del com por t am ient o de esas var iables. Los cont ext os efect ivam ent e

(23)

am bas. En cam bio, conflict o con vecinos, fr agm ent ación social, facilidad par a hacer

r elaciones, cooper ación, sociabilidad, int er és en asunt os públicos y der echos se com port an de m odo dist int o en cada una.

b) En el m ar co de la cont ext ualización del BS, la cohesión social se m uest ra com o una de las var iables de m ayor peso e im port ancia par a explicar sus

det er m inaciones. En par t icular , la for m a en que se da, o no, la fr agm ent ación social. De

acuer do con los r esult ados m ost r ados, se pueden est ablecer dos pr oposiciones vinculadas. De un lado par ece ser clar o que en ám bit os sociales m uy agr egados ( en la

fam ilia o cír culos cer canos) no se incor por a la per cepción que se t iene sobr e la calidad

de las r elaciones del gr upo de r efer encia com o un fact or clave en la definición del BS. Lo que im por t a es la m er a per t enencia al gr upo y en consecuencia se subvalor an los

aspect os expr esivo- afect ivos en la det er m inación del pr opio bienest ar . Com o vim os, la

causa de ese balance es una cohesión social fincada sobr esalient em ent e en lazos fuer t es. De ot r o lado, ellos t am bién explican el peso de la fr agm ent ación social en el BS.

Mient r as m ás fuer t es son los lazos que r igen la cohesión social de m odo pr eem inent e,

m ás fr agm ent ada est á una sociedad per o su peso en el BS par ece ser m enor t al y com o ocur r e en CHP. Es decir , si la cohesión social est á est r uct ur ada m ediant e lazos fuer t es la

fr agm ent ada vinculación ent r e gr upos y r edes no afect a al BS. Est e se r efuer za en los

gr upos y r edes de refer encia. Com o hem os vist o, m ient r as m ás acusada es la fr agm ent ación por lazos fuer t es, m enos im por t ancia t iene la sociabilidad en el BS com o

en CHP. En cont r ast e, m ient r as m ás r elaj ada es la cohesión social m ás cuent a la

sociabilidad, com o en MTY.

c) La for m a de int egr ación t am bién afect a el peso que los com ponent es del

capit al social, en su ver sión am plia y r est r ingida, t ienen en el BS com o se m uest r a en las dos ciudades. Aunque en MTY las int er acciones con los ot r os abar can t am bién la

am ist ad, t ienden com o en CHP a ser un cuer po de r elaciones acot adas en ám bit os m uy

cer canos. De ahí se despr ende, por ej em plo, que la r ecipr ocidad que im por t a sea de t ipo específico y no est é ligada a for m as de com pr om iso cívico com o est ablece la t eor ía

y se ver ifica en ot r os países.

d) La for m a de int egr ación sociopolít ica t am bién afect a la coher encia t eór ica

ent r e las var iables de capit al social y su peso en el BS. Según los r esult ados, se t ienen

enor m es cont r asent idos. Por ej em plo, en CHP si im por t a el conflict o con los vecinos y el cooper ar con ellos par a el BS, per o eso no es pr oduct o de un com pr om iso cívico de

acuer do con el capit al social, es el r esult ado de una pr esión que se ej er ce por

(24)

en que los individuos son polít icam ent e incor por ados a la sociedad y a cier t os beneficios

m odulan no solo las det er m inant es del BS sino el peso de los elem ent os del capit al social.

René Millán - Doct or en Sociología por la Univ er sidad de Torino, I t alia. I nv est igador del I nst it ut o de I nvest igaciones Sociales, Univer sidad Nacional Aut ónom a de Méx ico. E- m ail: < r enem @sociales.unam .m x > .

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Referências

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