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Relaciones e interacción entre los hablantes

4.2. Somatismos con órganos receptores del discurso

4.2.1. Somatismos con el lexema “oreja(s)”/“oído(s)”

4.2.1.5. Relaciones e interacción entre los hablantes

255 calentar las orejas (a

alguien) (DFDEA) τρώω τ’ αφτιά (κάποιου) [comer las orejas (de alguien)] (DLGM)

hablarle insistentemente para convencerle o para influirle

270 poner las orejas coloradas (a alguien) (DFDEA)

τραβάω (κάποιου) τ’

αφτί [tirar la oreja (de alguien)] (DLGM)

reprenderle avergonzándole 265 regalar los oídos/ el

oído (a alguien) (DDFE)

χαϊδεύω τ’ αφτιά (κάποιου) [acariciar los oídos (de alguien)]

(DLGM)

adularle o decirle algo que le ha de complacer

272

Tener alguien) de la oreja a otra persona (DRAE)

σέρνω (κάποιον) απ’ τη μύτη [arrastrar (a alguien) de la nariz]

(DULMG)

tenerla a su arbitrio para que haga lo que le pide o le manda

En este grupo, las UF con las bases somáticas “orejas” y “oídos” tienen valor descriptivo, pues ilustran varios tipos de relaciones entre interlocutores. En el primer ejemplo (Nº 255), calentar las orejas (a alguien) - τρώω τ’ αφτιά κάποιου [comer los oídos (de alguien)], el hablante insiste en hablar a su interlocutor con miras a

persuadirlo y ejercer cierta influencia sobre él. La insistencia del hablante es tal que el aparato receptor del oyente se calienta de tanto oír. O sea que el cúmulo de OBJETOS (las palabras) salidos del CONTENEDOR (la boca del hablante) es tal que los ORIFICIOS receptores (las orejas) se recalientan por el exceso de trabajo. En esta imagen subyace la metáfora LAS OREJAS SON APARATOS RECEPTORES. La idea de persistencia del hablante para conseguir el objetivo deseado, mediante la audición de su discurso por parte del oyente, se formula en griego moderno a través del verbo τρώω-comer. O sea que el cúmulo de OBJETOS (las palabras) salidos del CONTENEDOR (la boca del hablante) es tal que los ORIFICIOS receptores (las orejas) son comidas/consumidas por el exceso de trabajo. También en esta imagen subyace la metáfora LAS OREJAS SON APARATOS RECEPTORES, los cuales se pueden deteriorrar. Así que, en ambos casos los órganos auditivos reciben influencias, fundamentalmente irrealizables a nivel literal. No obstante, en el plano idiomático de la descripción de la recepción discursiva “poseen un correlato cognitivamente accesible” (Olza Moreno, 2009a: 357).

En el siguiente SO (Nº 270), poner las orejas coloradas a alguien, el valor simbólico implícito es el de reprensión, la cual influye sobre el órgano auditivo poniéndolo rojo pues siente vergüenza y humillación. O sea que se hace evidente el recurso de la sinécdoque LA PARTE (las orejas) POR EL TODO (la persona). A nivel biológico se explica por el aumento en la circulación sanguínea en esta zona, puesto que el sentimiento de la vergüenza es una sensación humana, de conocimiento consciente de dehonor, desgracia, o condenación, el cual semanifiesta mediante le rubor facial, entre otras manifestaciones físicas y mentales. En griego moderno su correspondencia es la locución verbal τραβάω (κάποιου) τ’ αφτί [tirar la oreja (de alguien)]. Dicha acción también se asocia a la idea de regaño, reprensión. En el pasado era una manera muy

frecuente de correción y castigo de los alumnos por parte de sus maestros; razón generadora de dicho SO. En aquel entonces, el nivel literal coincidía con el nivel simbólico. Hoy en día, esta locución verbal funciona figuradamente para intensificar la idea de reprensión.

En lo que concierne al SO (Nº 265) regalar los oídos/ el oído (a alguien) y su equivalente semántico griego χαϊδεύω τ’ αφτιά κάποιου [acariciar los oídos (de alguien)], nuevamente se hace presente la metonimia EL INSTRUMENTO QUE SE SIRVE DE UN SENTIDO (orejas, oídos) POR EL SENTIDO MISMO (el sentido de la audición) (Olza Moreno, 2009a: 360). En este caso, LOS OBJETOS (palabras) tienen que ser suaves y placenteras a los oídos, o sea, a la persona, contrariamente a lo que ocurre en el ejemplo anterior (Nº 270), en el que las palabras resultan duras, ofensivas, humillantes para la oreja, al punto de enrojecerla. Por lo que también en este SO subyacente el recurso de la sinécdoque. Dicha locución somática, como un gran número de otros FR con la misma base somática, conservan una transparencia semántica considerable. A pesar de que este SO refleje en el nivel literal una actitud no realizable sobre los órganos de audición, propios o ajenos, en el nivel simbólico

“posee un correlato cognitivamente accesible”, en lo referente al plano descriptivo de la recepción discursiva (Olza Moreno, 2009a: 357). En la unidad griega el mismo efecto, en su sentido recto, se produce mediante el tocar y rozar suavemente los aparatos auditivos. En el plano metafórico se asocia a la idea de lisonjear/adular al receptor del discurso. Conviene mencionar que es un FR de uso muy frecuente.

En el último ejemplo de este grupo (Nº 272), tener (alguien) de la oreja (a otra persona) - σέρνω (κάποιον) απ’ τη μύτη [arrastrar (a alguien) de la nariz], se puede detectar inmediatamente el empleo de lexemas somáticos diferentes, por lo que la correspondencia establecida es solo semántica. Se trata de acciones básicamente

irrealizables al nivel literal, las cuales son asequibles cognitivamente en su significado descriptivo figurativo. La técnica de búsqueda de correspondencia que hemos empleado es la temática, a través de la idea implícita de dominar a alguien para que haga lo que se le pide o mande. La idea de dominio o posesión sobre el otro está dada por los verbos tener-arrastrar y por la sinécdoque LA PARTE POR EL TODO; puesto que la oreja/la nariz (la parte) suplanta a la persona (el todo).

Respecto al SO griego, es interesante la explicación que da Natsulis (2011: 640- 641) acerca de su procedencia. Este recopilador de UF apunta que en un pasado remoto había costumbres que eran bastante duras, sobre todo las relacionadas con el matrimonio. Si un hombre quería pedir en matrimonio a una mujer, primero tenía que hacer muchos regalos (mantas, alfombras, cubertería de plata, etc.) a la familia de la novia. Si los futuros suegros se quedaban con los regalos, significaba que era aceptado como yerno. En caso contrario, los regalos eran devueltos, pero si el pretendiente se consideraba hombre valiente, iba a la casa de la pretendida y comenzaba a disparar hasta doblegar la voluntad de los padres o caer en la demanda.

Si finalmente “convencía” a sus futuros suegros de este modo “salvaje”, la pretendida salía a la calle con la cara cubierta por un pañuelo, cogía al pretendiente por la nariz y daban tres vueltas por el poblado, para hacer saber a todos que se había llegado a un acuerdo. No obstante, el concepto de dominio sobre alguien expresado a través de la imagen de arrastrarlo de la nariz ya estaba presente en la Antigüedad. Luciano de Samósata, en uno de sus diálogos, pone en boca de la enfadada Hera con su esposo Zeus: “Σε σένα αυτός είναι δεσπότης και άγει σε και φέρει της ρινός έλκων” [a ti él te domina, te lleva y te trae arrastrándote por la nariz]. Asimismo, se atribuye a Ergótimos, famoso alfarero de finales del siglo VI a.C., la frase “Δια τούτο είλκεν ημάς από της ρινός” [por eso nos arrastraba de la nariz]. En la actualidad el SO es

usado principalmente para referirse a una mujer que tiene una postura dominante para con su marido pues logra todo lo que le pide y manda.