• Nenhum resultado encontrado

Somatismos con el lexema “diente(s)”

4.1. Somatismos con órganos productores del discurso

4.1.3. Somatismos con el lexema “diente(s)”

Como es sabido, el vocablo “diente” proviene del latín dens-dentis (DRAE). En griego clásico dicho lexema corresponde a ὀδούς- ὀδόντος [odús- odóntos], mientras que en griego moderno evolucionó en δόντι [dónti] (DLGM: 598,1378). El DRAE define dicho óragno como “cuerpo duro que, engastado en las mandíbulas del hombre y de muchos animales, queda descubierto en parte, para servir como órgano de masticación o de defensa”. A estas actividades de uso, el DLGM le añade la de la comunicación oral (598).

En lo que concierne a la simbología de dicho órgano, Cirlot (1997: 171) apunta que, según Allendy, los dientes se consideran, por un lado, “las armas de ataque más

primigenias” y, por otro, la expresión de la actividad, de la vitalidad. Por consiguiente, la pérdida de los dientes se asocia al desastre, la caducidad y el fracaso en la vida. Cabe igualmente mencionar que, de acuerdo con algunas interpretaciones, el significado de los dientes se asocia a la parte sexual de la energía. Así pues, perder los dientes está relacionado con el “miedo a la castración”. Según el mismo estudioso, lo trascedental de los dientes es la idea gnóstica según la cual constituyen una defensa, un tipo de muro del hombre interior, en cuanto su “aspecto energético material”, como los ojos y la mirada en el “sentido espiritual”. Gracias a ese concepto gnóstico de Leisegang se explica el simbolismo negativo de la fractura de los dientes o de su caída (Cirlot 1997: 171). Por su parte, Cooper hace especial hincapié al simbolismo de los dientes como elementos de ataque, de protección y defensa, dado que enseñar los dientes significa hostilidad y defensa. En particular, menciona que en la antigua China los dientes se asociaban a la guerra. Incluso, en algunas ceremonias primitivas de iniciación, los participantes, o algunos de ellos, se sacaban un diente y se lo ingerían como símbolo de la muerte y de la resurrección, debido a que dicho órgano constituye la parte más sólida y dura de todo el cuerpo humano (1978: 150).

En lo tocante a la cantidad de SO españoles recogidos en nuestras fuentes con la base

“diente(s)”, hemos encontrado 20 entradas en el DFDEA, 29 en el DDFE y por último 46 en el DRAE. En lo que atañe a la esfera de los FR somáticos griegos, se recabaron 13 en el DLGM y 19 en el DULGM. Finalmente, entre los SO de las lenguas comparadas hemos podido establecer 18 correspondencias, conceptuales o literales.

Hay que tener en cuenta que para el establecimiento de correspondencias con el griego moderno, a pesar de que siempre se incluye un lexema base somático, a veces no es el mismo en la lengua origen y en la lengua meta. Desde luego, el lexema analizado en este apartado, del punto de vista fraseológico, no es tan productivo en

ninguna de las dos lenguas comparadas, como los son los órganos fónicos anteriormente analizados, “lengua” y “boca”.

En lo físico-anatómico los dientes constituyen las sustancias más duras de todo el cuerpo. En primer lugar son imprescindibles para la masticación, o sea, una parte de la digestión. En concreto, es el proceso mediante el cual se tritura la comida previamente ingerida al comienzo de la digestión. Dicha función es efectuada por los dientes en colaboración con la lengua. En segundo lugar, dichos órganos cooperando con la lengua y los labios, ayudan a formar las palabras controlando el flujo de aire que sale de la boca. La lengua fricciona o golpea los dientes para pronunciar determinados sonidos.

Los grupos de SO con el vocablo “diente”, que se presentan a continuación, se han conformado según el significado idiomático que ellos poseen. Asimismo, cabe añadir que todos estos FR somáticos son de naturaleza descriptiva y en su mayoría

“codifican comportamientos animales que se le atribuyen a los hablantes” (Olza, 2009a: 477-479). Todos los SO con “diente” pertenecen al registro coloquial del nivel diastático medio de la lengua, con la salvedad de uno que es de origen bíblico, por lo tanto de registro culto usado en el nivel diastático alto de la lengua. Concretamente, nos referimos al SO entonces/allí será el llorar/el llanto y el crujir de los dientes (Mateo, 13:50 y Lucas, 13:28), traducción del texto latino ibi erit flectus et stridor dentium, el cual aparece en textos actuales griegos en su forma arcaizante de la Biblia pero con la acentuación actual monotónica: εκεί έσται ο κλαυθμός και ο βρυγμός των οδόντων [allí será el llorar y el crujir de los dientes].

4.1.3.1. Instrumento de amenaza/ ataque

157

enseñar / mostrar los dientes (a alguien) (DFDEA)

δείχνει (κάποιος) τα δόντια/ τα νύχια του [enseñar (alguien)/

mostrar los dientes suyos /las uñas suyas]

(DLGM)/τρίζω τα δόντια σε κάποιον [crujir los dientes (a alguien)] (DULGM)

hacerle frente o amenazarle

162

romper/partir los dientes (a alguien) (DDFE)

ανοίγω/σπάω το κεφάλι (κάποιου)[abrir/ romper la cabeza (de alguien)]

(DULGM)

romper/partir la cara

160

estar (alguien) que echa los dientes (DFDEA)

τα παίρνω στο κρανίο/

στην κράνα [tomarlas (las cosas) en el cráneo]

(DULGM)

estar muy rabioso

Los FR somáticos arriba registrados se centran en la idea de la agresión, de la lucha contra alguien. Para llevar a cabo estas actividades de tipo agresivo, las unidades plurilexemáticas de este grupo se apoyan frecuentemente en el uso de verbos como

“romper”, “partir”, “echar”, o “ανοίγω”, “σπάω” [abrir, romper]. Lo cierto es que el lexema base “diente”, debido a su simbología como órgano corporal primigenio de combate, refuerza esta imagen de conflicto y lidia. Además, tan solo el acto gestual de mostrar los dientes ya crea la imagen metafórica de amenaza, la cual está tomada del conocimiento empírico.

La primera unidad, (Νº 157) enseñar / mostrar los dientes (a alguien), proviene del mundo animal y es muy frecuente en la naturaleza. Se trata de un gesto normal en los animales cuando, por algún motivo, se ven amenazados o quieren mostrarse fuertes y agresivos ante sus contrincantes. Mejor dicho, el objetivo en este acto es infundir miedo y respeto al rival, tal como ocurre entre los humanos, a los que se aplica este SO pseudocinético. Sin embargo, a diferencia de los animales, los humanos en la actualidad no se ven obligados literalmente a enseñar sus dientes, sino que la locución

verbal se aplica a quien muestra fiereza y agresividad hacia otro, por lo que su significado literal ha caído en desuso y solo se mantiene su significado figurado. En lo tocante a su correspondencia en griego moderno, δείχνει τα δόντια/ τα νύχια του [enseñar/ mostrar los dientes suyos /las uñas suyas] al acto de enseñar los dientes se adiciona el de crujirlos, para enfatizar la idea de agresividad y/o de la fiereza mediante el ruido producido, siempre a nivel simbólico, τρίζω τα δόντια σε κάποιον [crujir los dientes (a alguien)]. Por otra parte, la variante griega formada con el lexema “νύχια” [uñas] sigue la misma conceptualización, o sea expresión de amenaza mediante órganos de naturaleza dura y ósea.

El segundo SO (Nº 162) romper/partir los dientes (a alguien) encuentra su correspondencia concepual griega en la también locución verbal ανοίγω/σπάω το κεφάλι (κάποιου) [abrir/romper la cabeza (de alguien)], la cual, a su vez, concuerda con la unidad española romper la cara (a alguien), lograda mediante la técnica sinonímica. En estos FR los “dientes”, y de igual modo que la “cara/ cabeza”, constituyen la parte frontal de una persona. Si alguien consigue hacer daño a estas partes del cuerpo, claro está que ha producido un detrimento considerable en su rival, debido a que son partes duras y óseas. Estas locuciones verbales son usadas frecuentemente en segunda persona como amenaza contundente al rival.

A través de la locución verbal del tercer ejemplo (Nº 160) estar alguien que echa los dientes, se crea la imagen de los dientes extendidos hacia fuera, como señal de excesiva agresividad y enfado. El concepto de los dientes como la parte más dura del cuerpo, y en este caso su extensión, capaces de producir gran daño, pone más énfasis a la idea de ira y enojo de la persona que se halla en tal situación. Su equivalente conceptual griego es una locución somática, recientemente registrada en las varias fuentes lexicográficas griegas, dada su lexicalización relativamente moderna. Τα

παίρνω στο κρανίο [tomarlas en el cráneo] significa ponerse indignado, enfadado, colérico, salirse de quicio a causa de una situación irritante, muy molesta. En otras palabras, en la mente (cráneo) se ha acumulado mucha ira y enojo. Una variante interesante y jocosa, sin embargo no somática, que hemos encontrado en la Red, y que desde luego es de uso muy actual y frecuente, es τα παίρνω στο κράνος36, [tomárselas en el casco]. Así pues, se nota el juego de palabras (paronomasia) entre κρανίο [cranío], o sea, cráneo y κράνος [krános], es decir, casco. Cabe apuntar que este mecanismo de manipulación de las UF se le llama sustitución, dado que consiste en la sustitución de algunos de sus elementos por otras unidades léxicas en virtud de su relevancia textual (Corpas Pastor, 1996: 243).

4.1.3.2. Instrumento de defensa

149

armado hasta los dientes (DRAE)

οπλισμένος μέχρι τα δόντια (DLGM)

ir bien provisto de armas 151

con uñas y dientes (defenderse/ luchar) (DDFE)

με νύχια και με δόντια [con uñas y con dientes]

(DLGM)

denodadamente, con todas sus fuerzas y por todos los medios habidos y por haber

La idea central de las unidades de este grupo es la acción o el efecto de defenderse ante un peligro, la protección y el amparo. En el DRAE la defensa se define como “un mecanismo natural por el cual el organismo se protege de agresiones externas”. Como ya hemos visto anteriormente, los dientes en su significado simbólico están relacionados con la protección y la defensa, dada su naturaleza muy dura y ósea, la cual no solo sirve para la masticación, sino también para la defensa. El mecanismo de protección contra el peligro consiste en varias actividades que desarrollan los seres humanos para evitar o rechazar los ataques. Estar armado hasta los dientes (Nº 149) es estar preparado para el combate con todo el instrumental bélico posible. El origen de este SO se remonta a la época de los antiguos piratas y corsarios, quienes al

36 http://www.slang.gr/lemma/85-ta-pairno-sto-kranio.

abordar las naves enemigas llevaban puñales en la boca con el objetivo de mantener las manos libres durante el asalto (Solís Miranda, 2008: 13). En el lenguaje coloquial se usa fuera de contexto guerrero, frecuentemente en los encuentros deportivos. Vale la pena decir que la mayoría de las veces se usa en discusiones, principalmente dadas en el ámbito laboral. En este punto cabe añadir que según Lakoff y Johnson conceptualizamos la discusión en términos bélicos. Por consiguiente, ese concepto estructura nuestra actividad cotidiana y da lugar a la metáfora conceptual UNA DISCUSIÓN ES UNA GUERRA. Dicha metáfora se ve reflejada en nuestro lenguaje de todos los días mediante varias expresiones. La batalla que se da es de carácter verbal como, además, la estructura de una discusión (ataque, defensa, contraataque...).

Por lo tanto, el lenguaje que usamos en las discusiones no es nada poético, imaginativo o retórico, es literal (Lakoff y Johnson, 1986: 40-42), pues se trata de batallas dialécticas.

La locución adverbial con uñas y dientes (Nº 151) comparte el mismo concepto de la defensa y de la lucha, el cual se ve reforzado por los verbos combatir, luchar, defenderse, que suelen introducir la locución y a su vez advierten acerca del contexto de uso del FR, el cual, obviamente, se emplea en sentido figurado. En este SO, al órgano defensor ubicado en la cara de una persona, o sea los dientes, se le agrega otro órgano, las uñas “de naturaleza córnea, que nacen y crecen en las extemidades de los dedos” (DRAE), puesto que ambos constituyen las partes más duras del cuerpo humano propicios para la lucha y la defensa. La función que cumple esta referencia es intensificadora, dado que mediante estos órganos se consiguen efectivas armas de ataque y defensa en la lucha cuerpo a cuerpo. Es obvio que este FR tiene su origen en la observación del mundo animal, donde la imagen de la lucha y la defensa con estos medios es cotidiana y natural. Por último, hay que apuntar que entre las dos unidades

se establece una correspondencia de forma y significado, extensible también a otras lenguas.37

4.1.3.3. Órgano relacionado con el esfuerzo

153

dejarse los dientes (alguien) (DFDEA)

πέφτω/ρίχνομαι με τα μούτρα (σε κάτι) [ caer /echarse con la cara (en algo)]

(DULGM)

poner en ello mucho esfuerzo o trabajo

163

sudarle los dientes (a alguien) (DDFE)

φτύνω αίμα [escupir sangre] (DULMG)

costarle un gran esfuerzo

Con respecto a estas unidades hay que destacar que en ellas la idea principal es el gran esfuerzo, el ahínco, que hay que poner para llevar a cabo una tarea. La correspondencia conceptual entre los FR de ambos idiomas se ha logrado mediante la técnica temática, dado que en griego no existe un FR con el mismo actante, o sea , los dientes, que abarque este concepto del esfuerzo. Hay que tener en cuenta que el equivalente fraseológico del primer SO (Nº 153) πέφτω/ρίχνομαι με τα μούτρα (σε κάτι) [caer /echarse con la cara (en algo)] es de uso coloquial común y frecuente entre los hablantes de la comunidad lingüística griega. La posición física de la cara (cara), como órgano prominenete del cuerpo, crea esta imagen del empeño que se pone para lograr algo.

En cuanto a la segunda locución verbal (Nº 163), sudarle los dientes a alguien, en griego moderno tiene correspondencia semántica con la locucion verbal φτύνω αίμα [escupir sangre]. La sangre, como líquido que circula por las arterias y venas del cuerpo humano y animal, es muy valiosa e imprescindible para la vida. En la antigua teoría grecorromana de los cuatro humores, la sangre era denominada humor

37 Como por ejemplo en inglés: with nails and teeth, en italiano: con le unghie e coi denti y en portugués:com unhas e dentes.

circulatorio. Conviene apuntar que ambos SO españoles y sus equivalentes griegos se sirven de la hipérbole, como recurso estilístico para generar intencionadamente una exageración semántica, mediante la creación de estas imágenes hiperbólicas, relacionadas con el gran esfuerzo, la labor, el trabajo de la persona en cuestión.

4.1.3.4. Órgano relacionado con el deseo/ la envidia

161

poner los dientes largos (a alguien) (DFDEA)

μπαίνω στο μάτι

(κάποιου) [entrar en el ojo de alguien] (DLGM)

Causar(le) envidia

La unidad poner los dientes largos (a alguien) (Nº161) alude a la idea de la envidia transmitida metafóricamente a través de la imagen de los dientes creciendo. La observación del mundo animal es la que ha servido para la conceptualización de este SO. Cuando los animales (por ejemplo un perro, un lobo) ven la presa abatida por otro pretenden amedrentar al cazador levantando el labio superior del morro y, de ese modo, dejan al descubierto sus dientes, los cuales parecen más grandes y largos. El anhelo, el antojo de estos animales por la comida, acompañado fisícamente por la aparición de sus instrumentos de masticación, genera ese concepto metafórico; dado que, como afirman Lakoff y Johnson, “la esencia de la metáfora es entender y experimentar un tipo de cosa en términos de otra” (2012: 41). Así pues, los dientes largos están asociados con la envidia de no poder gozar de algo, porque es ajeno. Esta imagen aplicada a los humanos constituye el dominio meta o destino. En lo tocante al SO griego, μπαίνω στο μάτι (κάποιου) [entrar en el ojo (de alguien)], la idea de querer hacerse notar para causar la envidia a los demás, se expresa mediante otro órgano, el ojo. Por lo tanto, la correspondencia entre SO es solo semántica y se logra mediante la técnica temática. No obstante, existe una diferencia importante entre ambos SO,

puesto que en español algo/alguien provoca la envidia de alguien, mientras que en griego solamente alguien provoca envidia a otro.

4.1.3.5. Instrumento de masticación/digestión

148 aguzar los dientes (DDFE)

ακονίζω τα δόντια μου [afilar los dientes míos]

(DLGM)

disponerse a comer

Este SO alude al “diente” como órgano de naturaleza ósea que sirve para la masticación de los alimentos, o sea al procedimiento físico fundamental, mediante el cual se trituran los alimentos sólidos para luego seguir su proceso de digestión y de nutrición del cuerpo. O sea que la imagen transmitida es que los dientes se afilan, ya que “aguzar” significa “hacer o sacar punta a algo, o adelgazar la que ya tienen” (DRAE), con la finalidad de que cumplan mejor su función. En lo que atañe a la equivalencia de este SO, se ve la correspondencia de forma y significado de las dos unidades. Sin embargo, el DLGM agrega al SO griego el elemento de la glotonería, o sea, “prepararse a comer algo con glotonería”. Por otra parte, en el lenguaje coloquial dicha unidad adquiere también un significado metafórico peyorativo, fuera del ámbito de la comida. Esto es, “estar preparado a aprovecharse de las circunstancias”

(DULGM : 77), con un uso muy frecuente.

4.1.3.6. Órgano de articulación

159 entre dientes (DFDEA)

μέσα απ’ τα δόντια [a través de los dientes]

(DLGM)

con articulación confusa y poco perceptible (hablar / decir)

Los dientes, como órganos articuladores, cumplen una acción secundaria en la fonación, dejando a la “lengua” y la “boca” los papeles primordiales. Además, como hemos adelantado a propósito del SO δάγκωσε τη γλώσσα σου [muérdete la lengua],

los dientes sirven de guardias para impedir que todos los objetos salgan del contenedor, o sea, para medir la producción del discurso emitido por el pensamiento.

Ahora bien, hay casos en los que el hablante, por varias razones anatómicas o bien intencionadamente no habla de modo claro, puro y entendible. Por no abrir de lleno su boca, los objetos no salen del contenedor de forma natural. En consecuencia, el efecto fónico es de mala calidad. Se articula de una manera confusa y el mensaje emitido no llega a ser descodificado plenamente y, por ello, a ser comprensible, como ilustran las locuciones somáticas arriba mencionadas. Cabe añadir que la concordancia es plena y que se hacen patentes las metonimias EL INSTRUMENTO DE LA ACCIÓN (los dientes) POR LA ACCIÓN (hablar) y EL ÓRGANO DE HABLAR (los dientes) POR EL HABLAR (Olza Moreno, 2009: 480).

Resumiendo, las unidades con el lexema “diente(s)” sirven de base semántica para crear SO cuyo significado figurativo hace referencia a que constituyen instrumentos de amenaza, ataque o defensa, gracias a su naturaleza dura y ósea, a partir de imágenes prestadas del mundo animal. Asimismo, hay SO españoles con dicho lexema, los cuales conciernen al empeño que se pone para conseguir algo, incluso las hay que denotan la envidia y el deseo. En estos casos dichas unidades solo encuentran correspondencias conceptuales con las griegas, puesto que estas se valen de otros lexemas somático para crear los esquemas de imágenes mencionados. Por último, también hay FR somáticos con este lexema referentes a los procesos de masticación y digestión, o bien a la articulación fónica, los cuales hacen uso de distintos mecanismos metafóricos y metonímicos. Vale la pena observar que en los casos de actividades físicas, como las de masticación, digestión y articulación, las correspondencias son literales, dado que las unidades que les corresponden no disponen de un alto grado de idiomaticidad, como en el caso de la envidia, del deseo y

del esfuerzo en llevar a cabo algo. Dicho de otra manera estas últimas unidades son más opacas, o sea menos trasparentes semánticamente que las anteriores, las de la masticación, digestión y articulación.

4.1.3.7. Conclusiones sobre los SO con “diente(s)”

Las unidades con el lexema “diente(s)” sirven de base semántica para crear SO que en su significado figurativo, hacen referencia a ellos como instrumentos de amenaza, ataque o defensa, a partir de imágenes prestadas mayormente del mundo animal. Esto se debe a su naturaleza dura y ósea. Asimismo, hay SO españoles con dicho lexema que conciernen al empeño que se pone para conseguir algo, incluso los hay que connotan envidia y deseo. En estos casos dichas unidades forman correspondencias conceptuales con las griegas, puesto que se valen de otro lexema somático para crear los esquemas de imágenes mencionados. Por último, los FR somáticos referentes a los procesos de la masticación y la digestión, o bien de la articulación fónica, han sido creados a través de distintos mecanismos metafóricos y metonímicos. Vale la pena observar que en los casos de actividades físicas, como las de masticación, digestión y articulación, las correspondencias logradas son literales, dado que las unidades que les corresponden no disponen de un alto grado de idiomaticidad, como en los casos anteriores, o sea de la envidia, el deseo y el esfuerzo en llevar a cabo algo. Dicho de otra manera, los SO que semánticamente expesan estas últimas ideas son más opacos, o sea menos trasparentes semánticamente que los anteriores, en los que subyasen fenómenos físicos: masticación, digestión y articulación.